13 ENE 2022  | Virginia Álvarez Roldán

Para las empresas la adaptación a la accesibilidad digital supone alcanzar a una mayor cantidad de usuarios

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay más de 1.000 millones de personas con algún tipo de discapacidad, lo que supone aproximadamente un 15% de la población total. Existen distintos tipos de discapacidades, tanto permanentes, como pueden ser las que afectan a personas ciegas, sordas, mudas o con dolencias neuromotrices; como temporales, que son las afectan el desarrollo normal de la actividad durante un periodo de tiempo, por ejemplo, una fractura de brazo o una enfermedad pasajera.

En los últimos años, el porcentaje de personas discapacitadas de forma temporal o permanente ha crecido en gran medida. Esta tendencia se debe al envejecimiento paulatino de la población y al aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas. Es por ello que resultará un reto fundamental crear soluciones que permitan a estas personas desarrollar su vida con normalidad. Con este objetivo, desde Baufest se propone utilizar tecnologías de apoyo que garanticen la accesibilidad digital.

La accesibilidad digital se refiere a la creación de productos digitales, ya sean páginas web, aplicaciones o software, que todos los usuarios puedan utilizar independientemente de su situación física. El objetivo de esta accesibilidad es que abarque todas las discapacidades que afectan el acceso a Internet, incluyendo las auditivas, cognitivas, neurológicas, físicas, visuales y los trastornos en el habla, y poder generar así soluciones inclusivas.

En este marco, las regulaciones relacionadas con la accesibilidad digital son desiguales. Mientras que, en Estados Unidos, por ejemplo, ya hay leyes que exigen que las herramientas digitales sean accesibles, en la Unión Europea sólo se establece que deben ser accesibles los sitios web y aplicaciones para dispositivos móviles relacionados con las entidades públicas, según la Directiva (UE) 2016/2102, del Parlamento Europeo y del Consejo. En España, la trasposición de esta Directiva se realizó mediante el Real Decreto 1112/2018.

A nivel global, las pautas de accesibilidad al contenido en la Web (WCAG, Web Content Accessibility Guidelines) establecen los estándares que deben cumplir los productos digitales para ser considerados como accesibles, poniendo el foco en el diseño.

Tecnologías de apoyo

Dejando a un lado las regulaciones y principios que tratan de ofrecer una guía para dar acceso a las herramientas digitales, existen actualmente muchas soluciones que ya permiten la interacción con dispositivos digitales incluso a las personas que no pueden moverse. Así, las personas con discapacidades severas también tienen la posibilidad de acceder a la información y utilizar dispositivos digitales, tanto para sus momentos de ocio como para trámites administrativos, trabajo o temas médicos, y también para facilitarles su día a día.

Si bien es cierto que estos productos como mínimo involucran a tres áreas de las empresas tecnológicas (experiencia de usuario, desarrollo y software quality), el concepto de que son demasiado caros es erróneo. Baufest ya trabaja en el desarrollo de herramientas que promueven la accesibilidad y no es realmente una inversión tan grande en relación al beneficio obtenido.

Para este tipo de casos o para ayudar a personas con mayores complicaciones, existe una nueva área en el campo de las tecnologías “wearables” que consiste en la generación de “interfaces cerebro-máquina”. Estas soluciones van más allá de crear una página web o una aplicación que sean accesibles. Hoy por hoy, ya se están creando herramientas “wearables” que obtienen información del cuerpo y que también pueden suponer un gran avance en el acceso a las herramientas digitales por parte de las personas con discapacidades.

Los beneficios de la inclusión digital para la sociedad y el tejido empresarial

Desde Baufest entendemos que la tecnología debe estar al servicio de las personas y, por ello, es misión de las empresas tecnológicas que sus soluciones permitan construir una sociedad igualitaria e inclusiva que aporte facilidades a todos los que la componen. La inclusión digital genera beneficios en dos direcciones, por un lado, para las empresas y, por otro, para las personas, como seres individuales y también como colectivo de un sistema.

Para las empresas, la adaptación a la accesibilidad digital supone alcanzar a una mayor cantidad de usuarios, fortalecer su posicionamiento de marca generando fidelidad y mejorar su posicionamiento SEO, puesto que cuando se realicen búsquedas de productos para personas con discapacidad, las empresas adaptadas aparecerán las primeras en el navegador. En definitiva, la inclusión digital supone una optimización de las herramientas de la empresa que repercute en sus resultados.

Por otro lado, además de los beneficios que estas adaptaciones suponen para las personas discapacitadas, estas tecnologías están logrando incrementar las capacidades de las personas, lo que se conoce como “human augmentation”. Un ejemplo de ello son las tecnologías de apoyo que permiten a los controladores aéreos moderar su carga de trabajo para ofrecer un servicio tan seguro como eficaz. Estos profesionales tienen una gran carga cognitiva en el proceso de toma de decisiones y estas soluciones analizan dicha carga de trabajo. Así, pueden detectar cuándo un controlador está llevando demasiados vuelos y no asignarle más.

Otro punto que habla a favor de la accesibilidad es la tendencia hacia la omnicanalidad, que se traduce en un cambio constante en las herramientas y canales que utilizamos. En este panorama de permanente alteración, los sistemas deben adaptarse de manera continua en consonancia con las necesidades de las personas.

En definitiva, hoy contamos con herramientas suficientes para desarrollar soluciones accesibles y la tecnología será la gran aliada para romper las barreras de las personas con discapacidad y ofrecer soluciones inclusivas.

Extraído de: COMPUTERWORLD